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1. Yogurt, una buena opción para los postres.
De esta forma te asegurarás de que tu hijo consuma el calcio que necesita para lograr dientes sanos y huesos fuertes. Agrega frutas picadas de muchos colores y endulza el yogurt natural con miel.
2. Aprovecha la fibra de la avena.
Tiene una buena cantidad de fibra y ayuda a que el niño se sienta lleno por más tiempo. Prepárala con leche completa, un poco de azúcar o miel, llévala al fuego y deja que se cocine; cuando esté en su punto, apágala y al enfriarse, agrega fruta picada.
Utiliza avena cruda, la que viene en granos, siempre es mejor que las instantáneas porque evitas todos los aditivos en la alimentación.
3. Usa el aguacate:
Este es una gran fuente de fibra soluble que ayuda a estabilizar el azúcar en la sangre, además sus grasas monoinsaturadas buenas, servirán para controlar los niveles de colesterol de tu pequeño.
Procura agregarlo a las ensaladas preferidas de tu hijo, aunque si le gusta puro, también es una buena forma de alimentarlo.
4. Para ser fuerte, espinacas.
Son una excelente fuente de hierro, calcio y ácido fólico, además de vitaminas A y C que pueden convertirse en una ayuda importante para el crecimiento de los huesos y el desarrollo del cerebro de tu hijo.
Es un vegetal versátil de fácil cocción que puedes agregar hasta a la mezcla de las panquecas. Si a tu bebé no le gustan muchos los alimentos verdes, licúalas con frutas y azúcar.
Fuente: www.tipsparaellas.com