Ben Leather, investigador y autor del informe de la ONG Global Witness dijo en RCN Radio que en Colombia los homicidios registrados a activistas ambientales y líderes de tierra alcanzaron un máximo histórico 37 en el año 2016.
Según el informe de la organización británica, América Latina se mantiene como la región más peligrosa para los activistas del medioambiente, registrando el 60 % de las muertes en el 2016, el año más sangriento de la historia para los defensores de la tierra.
“Colombia fue el segundo país más peligroso para las comunidades que defienden la tierra y activistas con 37 muertes”, resaltó Leather, quien dijo que en la gran mayoría de los casos los muertos eran personas que se estaban oponiendo a un proyecto empresarial una mina, una hidroeléctrica un complejo turístico.
“Cualquier empresa que requiere tierra o lo está robando o generando impacto negativos ambientales, allí los activistas tiene que manifestarse y es en ese momento que los riesgos aumentan”.
En Colombia hay un factor particular, dice el autor del informe “Defender la Tierra”, en el contexto del proceso de paz mientras las Farc se desmovilizan hay mucha gente sobre todo indígena y afrocolombiana que están regresando a territorios controlados por grupos armados que están reclamando sus derechos a reclamar su tierra y allí encuentran riesgos de oposición directa.
Pero además en las cifras que tenemos para este año, los casos siguen en aumento.
“Entre enero y mayo se han registrado 5 asesinatos. Vemos tristemente que si sigue esta curva el 2017 acabará un año aun más peligroso”. Aunque no se descarta que esa cifra sea mayor ya que hay muchos asesinatos que no están registrados ni por las comunidades ni el gobierno.
Instan al gobierno poner en marcha medidas de protección para estas personas que están exigiendo un derecho a la tierra.
“Este es un punto clave. Hay impunidad casi total para todos los asesinatos en el pasado”.
La ONG enviará el informe al gobierno colombiano para que llame la atención de los asesinatos, ya que según ellos los mecanismos de protección de Colombia son los más antiguos del planeta, pero este sistema no se ha implementado de una forma eficaz y por lo tanto existe impunidad.
Ben Leather citó el caso de Jakeline Romero, lideresa de los indígenas Wayúu y activista por los derechos de las mujeres y pueblos indígenas, quien afirmó que se ha enfrentado a amenazas e intimidaciones luego de denunciar los abusos cometidos por paramilitares y poderosas corporaciones en La Guajira, como las que operan en la mina de carbón el Cerrejón, Glencore, BHP Billiton y Anglo-American.
En 2014 cuando Cerrejón solicitó permisos para desviar parte del río Ranchería, principal fuente de agua de los Wayúu, Jakeline alzó la voz contra los planes de la compañía y el acoso y las amenazas aumentaron, según Global Witness.
Fuente: rcnradio.com