Hoy hace dos décadas que el primer componente de la Estación Espacial Internacional (EEI) despegó hacia el espacio. Construido en Rusia, el módulo Zarya (alba en ruso) partió del cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) el 20 de noviembre de 1998 a bordo de un cohete Proton. A partir de esa primera pieza se ha ido ensamblando –todavía hay ampliaciones previstas– la mayor obra de ingeniería en el espacio hasta la fecha.
La EEI se empezó a gestar cuando el presidente estadounidense Ronald Reagan lanzó la primera idea de construir una estación en órbita en 1984. En 1988 invitó a participar a Canadá, a Japón y a la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés). No obstante, en 1993, el entonces presidente Bill Clinton extendió la invitación también a Rusia, según recuerda hoy la NASA.
Tras el lanzamiento de Zarya, lo siguió unas semanas más tarde el módulo Unity, de la NASA, que todavía hoy actúa como conexión entre distintos componentes de la estación. A mediados del 2000, un nuevo módulo ruso, el Zvezda (estrella), convirtió a la EEI en una estación habitable durante largos periodos de tiempo. La primera misión de larga duración comenzó en octubre del 2000: los astronautas Sergey Krikalev, William Shepard y Yuri Gidzenko residieron en ella durante tres meses y medio.
La EEI continuó creciendo en el espacio, cambiando de forma a medida que se añadían nuevos componentes lanzados desde la Tierra, a bordo de transbordadores espaciales de la NASA y naves como las Soyuz o las Proton rusas.
En 2003, no obstante, la construcción de la estación se vio interrumpida a causa del accidente del transbordador espacial Columbia, que se desintegró al entrar en la atmósfera cuando regresaba de su 28ª misión, no relacionada con la EEI. En el accidente, causado por la rotura de un ala que había resultado dañada en el despegue, fallecieron siete astronautas. Estados Unidos suspendió el programa de lanzaderas espaciales durante dos años, mientras se aclaraban las causas de la tragedia. En 2011, los transbordadores espaciales se retiraron definitivamente. El único nuevo módulo que se ha añadido desde entonces viajó en un cohete Falcon 9 de la compañía SpaceX.
Fuente: lavanguardia.com